¿QuiÉnes somos nosotros?
El IBE Internacional es gobernado bajo la administración jurídica de los Ministerios Hispanos de Los Estados Unidos Norteamericanos de (Hope International Missions). El director del instituto es supervisado por la Asamblea General de los Ministerios Hispanos de (Hope International Missions).
Hay un comité administrativo que se reúne regularmente para planificar el año escolar del instituto. La dirección administrativa del instituto se hace a través de este Consejo Administrativo. El instituto funciona a la par de las Iglesias Evangélicas de Santidad, Inc., y tiene su jurisdicción legal bajo la personería jurídica FEA Ministries, Inc.
El director del instituto es nominado por la Junta Ejecutiva y aprobado por la Asamblea General de los Ministerios Hispanos de los Estados Unidos.
El director del instituto es encargado de la supervisión general, la promoción del instituto, el reclutamiento de estudiantes y la enseñanza de por lo menos dos clases por semestre.
Lo Que Creemos
DECLARACIÓN DE FE
- Que toda la Escritura es dada por inspiración de Dios y la aceptamos como autoridad máxima (2 P. 1:19-21; 2 Ti. 3:16-17)
- Que Dios existe eternamente en tres personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mt. 3:16-17; Jn. 10:13).
- En la deidad y humanidad del Señor Jesucristo, que fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, siendo verdadero hombre y verdadero Dios (Jn. 1:13-14).
- En la personalidad y deidad del Espíritu Santo. (Jn. 15:26; Hch. 5:34)
- En la realidad y personalidad de Satanás, el diablo (Mt. 10:28; Jn. 14:30; Ap. 20:10).
- Que el hombre fue creado a la imagen de Dios, mas la raza entera cayó a consecuencia del pecado de Adán (Gn. 1:26-27; Ro. 5:12; 6:23).
- Que Jesucristo fue el sustituto para el hombre pecador y murió en sacrificio propiciatorio por los pecados de todo el mundo (2 Co. 5:21; He. 9:28).
- En la resurrección del cuerpo crucificado de Jesucristo (Hch. 10:39-41).
- Que la salvación y la purificación del corazón que Cristo proveyó por Su muerte y resurrección se reciben solamente por la fe (Ef. 2:6-10).
- Que la iglesia de Cristo se compone de todos aquellos que creen verdaderamente en el Señor Jesucristo como Salvador y Señor (Ef. 2:19-22).
- Que todos los creyentes en Jesús son llamados a una vida de santidad y de separación de las prácticas pecaminosas del mundo y de la carne, y que deben presentarse como sacrificio a Dios para que sean santificados por completo de la naturaleza pecaminosa (Ro. 12:12; 2 Co. 6:14-7:1; 1 Ts. 5:7; 5:22-24).
- En los dones espirituales que da el Espíritu Santo para la edificación de la iglesia. Que estos dones no son dados como señales a la iglesia de que uno haya alcanzado algún nivel de espiritualidad, sino son señales para los inconversos de que el evangelio es la Palabra de Dios (I Co. 12:1-13, 27-31; 13:13).
- La prueba de que una persona ha recibido el Espíritu Santo es la vida de santidad que lleva, no la demostración de señales, tales como el hablar en lenguas (He. 15:9; I Ts. 3:12-13; 2 Ts. 2:13-15).
- Que el hombre es propenso a pecar y por lo tanto es posible para cualquier persona caer en pecado, pero eso no significa que el hombre tiene que pecar voluntariamente contra Dios. Aunque es posible que el hombre cometa pecados de ignorancia, pero Dios quiere que llevemos vidas libres de pecados voluntarios contra Él y que seamos gente santa por medio de la obra del Espíritu Santo (I Jn. 1:5-10; 2:1-6; 3:1-6; He. 9:7; 1 P. 1:13-19).
- En la seguridad eterna condicional. Cuando una persona acepta a Cristo como su Salvador, es salvada eternamente si permanece en la fe (He. 14:22; Ro. 11:22; Col. 1:21-23). El hecho de que una persona tome la decisión de “aceptar a Cristo” no significa que no pueda cambiar esa decisión si quiere. La persona salvada siempre mantiene su “libre albedrío,” o sea, su facultad de escoger el camino que quiere seguir (Éx. 32:31-33; Ap. 3:5; Ez. 18:24-26; 2 Co. 3:5; 1 Co. 9:27).
- En la evangelización del mundo. El propósito principal de la iglesia es ganar almas para Cristo (Mt. 28:18-20).
- En el retorno corporal de Jesucristo (Hch. 1:11).
- En el arrebatamiento de la iglesia (I Ts. 4:13-17).
- Que a la hora de la muerte, las almas de los que confían en Jesús para salvación pasan inmediatamente a Su presencia (2 Co. 5:6-10; Fil. 1:21-23).
- Que los cuerpos de todos los seres humanos, tanto los justos como los injustos, serán resucitados y unidos con sus espíritus: “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Jn. 5:29; véanse también 1 Co. 15:12-57, Fil. 3:21, 1 Ts. 4:13-18).
- Que aquellos que no aceptan a Jesús como su Salvador personal sufrirán eternamente en el infierno (Mt. 25:46; Jud. 1:7; 2 P. 2:9).
Historia
A finales del otoño del año 1989, la Iglesia Evangélica de Santidad de West Palm Beach, Florida – la primera de varias que han sido fundadas por la Asociación Evangélica de Florida – dio por comenzar un programa de discipulado de los nuevos creyentes en Cristo. Este programa fue de mucho éxito; tanto que los nuevos creyentes querían saber más acerca de la Biblia en un contexto de preparación ministerial. Esto fue un reto para el pastor Sídney Grant y otros líderes de la iglesia y la misión.
A principios del año 1990, se realizó una sesión entre varios hermanos (Sídney Grant, Dr. Glen Reiff, Ignacio Palacios y Eduardo Palm) para discutir las posibilidades de una institución para la preparación de pastores y obreros para la obra del rápido creciente ministerio hispano.
A mediados del mes de febrero de 1990, se dieron por inicio las primeras clases oficiales del instituto, llamado en aquel entonces el instituto Bíblico por Extensión. El hermano Sídney Grant como director, juntamente con el hermano Ignacio Palacios, enseñaban las clases.